Estándares de calidad en diseño instruccional e-Learning – Parte 3 – OSQAR

¿En qué consiste la rúbrica OSQAR? ¿Qué aspectos del diseño instruccional evalúa? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?

En la última parte de la serie de artículos sobre estándares de calidad en diseño instruccional para cursos online, te contaré cuál es el tercer estándar que he seleccionado, por qué me parece importante que lo conozcas e intentaré resumir las ideas principales en torno a la utilización de estos estándares de calidad en los procesos de desarrollo de e-Learning, tanto en instituciones académicas como en el ámbito organizacional.

Resumiendo brevemente las entradas anteriores, en el primer artículo describí el estándar iNACOL, creado específicamente para ser aplicado en entornos de educación online para la audiencia K-12, es decir, desde kinder hasta secundaria y en el segundo artículo te conté en qué consiste Quality Matters (QM) uno de los estándares más conocidos y aplicados la educación superior (universidades, institutos profesionales, educación técnica, etc) Estados Unidos. En esta oportunidad, te hablaré de OSQAR, la rúbrica de diseño de cursos online elaborado por el Online Learning Consortium (OLC)

El «OSQAR» al mejor curso online

Yendo más allá de la estrategia de marketing que implica este título, la rúbrica elaborada por la OLC tiene características muy interesantes, que merecen ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar un curso online.

Para comenzar – y a diferencia de lo que ocurre con Quality Matters – no requiere que se aplique en un curso «maduro», sino que está hecha de forma tal que pueda acompañar el proceso de diseño, incluso como recurso formativo.

Su estructura es la siguiente:

Se compone de 50 estándares divididos en 6 categorías de análisis:

1. Visión general del curso (estándares 1 al 10)
2. Herramientas y tecnologías (estándares 11 al 15)
3. Diseño y edición (estándares 16 al 28)
4. Contenidos y actividades (estándares 29 al 37)
5. Interacción (estándares 38 al 43)
6. Evaluación y retroalimentación (estándares 44 al 50)

Veamos en detalle cada una de estas categorías

1. Visión general del curso: un curso bien diseñado debe proporcionar información relevante al inicio del mismo. Esta categoría incluye 10 estándares, por ejemplo:

• El curso incluye una bienvenida e indicaciones claras sobre dónde comenzar.
• El temario está disponible en formato imprimible.
• El alumno puede acceder a recursos de ayuda y orientación, entre otros.

2. Herramientas y tecnologías: se deben establecer los requisitos para utilizar las tecnologías, así como las instrucciones y políticas de privacidad y accesibilidad. Esta categoría incluye 5 estándares, por ejemplo:

• Todas las tecnologías cumplen los estándares de accesibilidad.
• Se establecen los requisitos para utilizar las tecnologías y se apoyan con manuales y guías.

3. Diseño y edición: establece que todos los materiales del curso, el entorno de navegación y los contenidos deben estar diseñados y editados de forma que faciliten la experiencia de aprendizaje. Esta categoría incluye 13 estándares, por ejemplo:

• Diseño gráfico lógico y consistente a lo largo del curso.
• Ausencia de errores tipográficos y gramaticales.
• Contenidos divididos en secciones.

4. Contenidos y actividades: en un curso de calidad, los contenidos deben ser variados, abiertos y las actividades deben promover el desarrollo de funciones cognitivas complejas, así como mantener el interés de los alumnos. Esta categoría está compuesta por 9 estándares, entre ellos:

• Inclusión de actividades auténticas.
• Estándares de accesibilidad online.

5. Interacción: en un curso de calidad, se deben proporcionar diversas oportunidades de interacción entre estudiantes, contenidos y profesores. Esta categoría contiene 6 estándares, entre ellos:

• Expectativas de respuesta del profesor.
• Colaboración entre compañeros.
• Presentación del instructor.

6. Evaluación y retroalimentación: se describen las características de las evaluaciones y el feedback esperado a lo largo del curso. Esta categoría se compone de 7 estándares, entre ellos:

• Políticas de calificaciones y entregas tardías.
• Variedad de métodos de evaluación.
• Criterios de evaluación claramente establecidos.

¿Cuál es el principal aporte de OSQAR a la calidad del diseño instruccional e-Learning?

Si has leído atentamente las entradas anteriores, habrás encontrado similitudes entre las 3 rúbricas, pero hay un punto que OSQAR establece que no aparece en las demás y que a mí, en lo personal, me parece extremadamente relevante: la categoría 3, que hace referencia al diseño gráfico y edición de los recursos de aprendizaje.

¿Cuántas veces te has encontrado con cursos que, debido a una deficiente ejecución gráfica, ni siquiera has tenido ganas de comprobar si el contenido que ofrecen es de calidad? Y no se trata de una cuestión de estilos de aprendizaje, sino, en parte, de reconocer que estamos fuertemente determinados por la percepción visual y que no se puede negar u obviar la función del diseño gráfico en la elaboración de recursos de aprendizaje e-Learning. Y esto no se trata de un tema de gustos o de que un curso sea «bonito» sino de que se tomen decisiones respecto a aspectos visuales que funcionen para comunicar el contenido de una forma lógica, consistente y atractiva.

¿Qué tienen en común los estándares de calidad en diseño instruccional e-Learning?

La característica principal que los tres estándares tienen en común y que es central a cada rúbrica, es el punto de vista desde el que se posicionan para valorar la calidad de un curso: la experiencia del alumno.

Esto, que puede parecer obvio cuando lo lees, se manifiesta muy pocas veces en un curso, ya que la tendencia natural es afrontar el desarrollo de recursos desde el punto de vista de quien tiene el conocimiento, el experto, profesor o creador del contenido. Al centrar el análisis en la perspectiva del alumno, los objetivos y las preguntas cambian, transformando completamente el proceso de análisis, diseño, producción, implementación y evaluación de cursos online.

Otro factor común es la importancia que dan a la información contextual que se da al alumno. En los tres estándares se valora la información que se da al alumno, no el contenido de la información, sino su presencia. Y esto tiene mucho que ver con la forma en la que aprendemos los adultos: necesitamos entender el contexto, para qué nos sirve lo que estamos aprendiendo, cómo se alinea este contenido con el anterior, dónde puedo encontrar ayuda si la necesito, etc.

Contar con rúbricas para evaluar la calidad del diseño de cursos online implica basar el análisis en la búsqueda de evidencias, no en percepciones o ideas subjetivas sobre lo que debe o no debe esta presente. Estas rúbricas implican un enorme trabajo de recopilación de lo que funciona en educación online y por eso también vuelven a centrar la discusión en lo que dice la investigación, versus lo que se comparte en las redes sociales como las últimas tendencias en formación online.

Es tan importante lo que estas rúbricas contienen como lo que no contienen.

Finalmente, desde un punto de vista metodológico, estos tres estándares comparten la visión general de los cursos e-Learning como un producto compuesto por recursos que internamente están sólidamente alineados entre sí, cuya presencia se entiende en conjunto y cuyo desarrollo responde al objetivo general del currículo y del curso.

Entonces, ¿si un curso cumple con un estándar, es un gran curso?

Esta es la pregunta del millón de likes… yo diría que un curso que cumple con un estándar es un producto de aprendizaje que sirve para el propósito que se diseñó. Ahora, no estamos valorando si el curso es pertinente o no, si el contenido es el mejor que se pueda desarrollar sobre la temática en particular o si el modelo/estrategias de creación de contenidos son las más adecuadas para el mismo. Esas decisiones se toman antes del diseño y no son valoradas por estos estándares. Tampoco estamos evaluando la implementación del curso ni la calidad de los docentes o tutores, factores clave en el éxito de los cursos online.

¿Qué estándar de calidad en diseño instruccional e-Learning debería aplicar en mi institución?

Si bien las rúbricas que te he presentado en esta serie de artículos son algunas de las más reconocidas del mercado, no pueden ser aplicadas de manera automática a cualquier organización o institución educativa, sino que debe haber un análisis previo de una serie de factores que establecen las necesidades de cada organización, las demandas de la audiencia y el mercado, el punto de partida en que se encuentra, el capital humano, la capacidad productiva, entre otros factores clave.

Mi recomendación es tenerlas a mano como referencias, junto con el análisis de los factores clave, para que puedas definir una rúbrica adaptada a las necesidades de tu organización o institución educativa.

¿Por qué he querido hablar sobre estándares de calidad?

Principalmente, por dos razones.

La primera, porque es un tema que llevo investigando y estudiando por mucho tiempo y últimamente he notado un aumento de preguntas al respecto en la gente que me escribe al blog, lo cual es una excelente señal.

Y segundo porque, según veo a diario en mi práctica profesional, este tema está ausente en las discusiones cotidianas de los diseñadores instruccionales o profesionales del e-Learning de habla hispana.

La calidad del diseño de un curso debería ser un tema central en las discusiones de oficina y en los grupos online, pero lo que suelo encontrar es que las discusiones se centran en lo mal que está el mercado porque otros hacen un mal trabajo. O porque los clientes no dan la oportunidad de implementar ideas innovadoras. O que un curso es mejor que otro porque tiene interacciones, está hecho con Storyline (o cualquier otra herramienta) o es mobile friendly.

Necesitamos subir el nivel de discusión, dejar de quejarnos por que los demás no entiendan nuestro trabajo y empezar a educar a nuestros clientes para que sean capaces de reconocer un buen trabajo de uno que no lo es. Pero no seremos capaces de hacerlo si no nos mantenemos aprendiendo, discutiendo y compartiendo sobre lo que funciona en educación online.

Sé que siempre lo repito, pero vale la pena darse una vuelta por los grupos de discusión en inglés o en general, buscar información en inglés, ya que las conversaciones son otras, más centradas en la efectividad que en la autopromoción o en las tendencias.

Con esto, termino mi serie de entradas sobre los estándares de calidad en diseño instruccional e-Learning.

¿Tienes preguntas al respecto? ¡Seguro que sí! Te espero en los comentarios o en el formulario de contacto 🙂