Cómo trabajar con expertos en contenidos para crear e-Learning
Como diseñadora instruccional, mi tarea principal consiste en diseñar contenidos educativos online, utilizando metodologías de aprendizaje, diseño y tecnología. En la realización de estos contenidos, hay un personaje fundamental con quien debo trabajar desde el primer momento mano a mano, y este personaje es el experto en contenidos.
A menudo, cuando llevas mucho tiempo trabajando en un campo y ganas experiencia y expertise en él, ocurre un fenónemo que es casi tan imperceptible a tus ojos como inevitable: te olvidas de cómo era esto cuando no sabías nada al respecto. Es decir, te olvidas de cuáles eran tus primeras dudas, tus primeros bloqueos, cuál era la información más relevante al momento de comenzar.
Y cuando te pasa eso, tienes problemas para contarle a los novatos cómo empezar.
En e-Learning, utilizamos el concepto de Subject Matter Expert (SME) o Experto en Contenidos, que corresponde precisamente a esas personas que son dueños del conocimiento que queremos de-construir y re-estructurar para crear contenidos online en formato cursos o píldoras de e-learning. Aquí, mi rol como diseñadora instruccional es, si me permitís inventarme la definición, recordarle al experto cómo se sentía cuando no sabía nada sobre su campo de conocimiento.
Si logro que el experto recuerde y vuelva a sentirse como un principiante, lo que realmente conseguiré es que se ponga en el lugar de quien va a aprender. Es decir, lograré que empatice con nuestro público objetivo (target) y esa empatía será la que dé pie a que la creación de los contenidos sea un camino de rosas… al menos para comenzar 🙂
¿Quiénes son los expertos en contenidos?
En los entornos de formación corporativa, usualmente los expertos en contenidos son personas que pertenecen a la misma organización y que han sido identificados como high performers o personas de alto rendimiento en su trabajo. Si bien, esta es una condición que muchos consideran ideal, no siempre una persona que sabe mucho sobre un tema es la persona ideal para explicarlo.
Un buen ejemplo sobre este punto lo tenemos cuando pensamos en el aprendizaje de idiomas: todos hablamos muy bien nuestro idioma nativo, pero, ¿somos capaces de enseñarlo con eficacia? Probablemente provoquemos más dudas y frustración a los alumnos que la ayuda que pretendemos darles.
Con esto, no quiero decir que los mejores ejecutores sean malos profesores, sino que, no necesariamente nuestros expertos en contenidos tienen que ser quienes tienen el mejor desempeño en sus tareas.
En casi la totalidad de los casos, los diseñadores instruccionales no tenemos la libertad para elegir a los expertos en contenidos: las empresas ya los tienen identificados y lo que nos piden es que nos coordinemos con ellos para generar los cursos. No sé si alguna vez te ha pasado, pero al menos a mí nunca me ha tocado elegir al experto en contenidos (siempre hablando desde un entorno corporativo), por tanto, no puedo contarte cuáles serían las características ideales de esta selección. Más bien, lo que puedo contarte es cuál es el perfil de experto con el que suelo encontrarme y cuáles son algunas de las prácticas que me han dado buenos resultados con ellos.
Empecemos por el perfil. ¿Cómo son los expertos en contenidos?
Advierto que ni he realizado un estudio ni es mi interés sacar conclusiones o generalizar al respecto, lo que te cuento en esta entrada tiene que ver exclusivamente con mi experiencia trabajando con expertos en contenidos para el desarrollo de cursos online.
A pesar de haber trabajado con expertos de muy diversas áreas, hay algunas características que los expertos en contenidos comparten y tiene que ver con la forma de enfocar su expertise.
Me atrevería a señalar sus tres características más frecuentes:
- Son autoexigentes. Si estas personas han sido elegidas por sus propias organizaciones, es porque destacan por sobre sus colegas, y suelen tener poca tolerancia a sus propios errores. ¿Cómo se traduce esta autoexigencia al crear contenidos? En que nunca están conformes y realizan mejoras constantemente a los contenidos que ellos mismos han creado. Si no pones límite al proceso de validaciones y modificaciones, ten por seguro que no podrás cumplir con las fechas comprometidas. Y también te garantizo, que si añades modificaciones a contenidos que ya han pasado a producción, la calidad del producto final se verá afectada.
- Están comprometidos con la compañía: han encontrado prácticas que hacen que las empresas sean más productivas y rentables, se sienten parte del éxito de la organización. Usualmente, la creación de contenidos es una tarea extra, que no están acostumbrados a realizar y a la que dedican gran parte de su tiempo libre.
- Son estructurados: tienen la información y el conocimiento organizados en su cabeza y usualmente, en manuales y procedimientos que ellos mismos han creado. Muchos han escrito libros o artículos al respecto y eso, que es muy bueno para garantizar que el proyecto cuenta con personas que saben de lo que hablan, se puede volver en contra, debido a la poca flexibilidad que tienen a la hora de aceptar visiones alternativas sobre cómo estructurar o comunicar lo que saben.
Con esta breve descripción ya estarás imaginándote cuáles son las situaciones en las que tienes que poner mayor atención a la hora de trabajar con expertos en contenidos. Quiero contarte algunas prácticas que me han dado buenos resultados.
¿Cómo trabajar con expertos en contenidos? 5 buenas prácticas:
- Conviértete en su aprendiz: esta práctica toca el primer aspecto que hará que el trabajo con los expertos en contenidos sea fluido: tu actitud. Considera que estás ante una oportunidad única de aprender y asegúrate de poner todos tus sentidos en esta labor. Asegúrate de transmitirle al experto esas ganas de aprender.
- Establece la metodología: aquí es importante dejar claras las tareas de cada uno y los tiempos disponibles para cada fase de desarrollo. Es fundamental para el éxito de un proyecto de e-Learning, que se invierta un porcentaje de tiempo importante en el análisis y estructura de los contenidos. Y más importante aún, es que se defina una fecha límite para que los contenidos pasen a una etapa de validación final, es decir, que no puedan volver a ser modificados, ya que la calidad y rentabilidad del proyecto se verá afectada si se realizan cambios de contenidos en la etapa de producción del curso.
- Actúa como el defensor del alumno: tu trabajo es hacer que el alumno/usuario tenga la mejor experiencia de aprendizaje posible. Debes conseguir que el contenido, por muy ladrillo o pesado que sea, pueda digerirse de manera sencilla y que sea significativa para el alumno. Ser el defensor del alumno significa que debes lograr que el experto desmenuce cada idea y que la transforme en una sentencia clara, sencilla y corta. Imagínate una película en la que el abogado defensor (tú como diseñador instruccional) interroga al perito forense (el experto en contenidos) para que el jurado (tus alumnos) comprendan perfectamente lo que el perito explica científicamente. Pregunta y vuelve a preguntar, hasta que puedas llevar los conceptos a la mínima expresión. Simplifica. Y por sobre todas las cosas: verbalízalo, hazle saber al experto que tu rol es ponerte en el lugar del alumno.
- Ponte de su lado: usualmente, cuando a un high performer le asignan la tarea de convertirse en experto en contenidos, se esfuerza por ordenar sus conocimientos en presentaciones, artículos, incluso algunos hasta diseñan animaciones. En realidad, nadie le ha dicho que esa parte nos toca a nosotros. Y a veces, todo ese esfuerzo realizado sufre transformaciones radicales en nuestras manos. Mantén al experto de tu parte exponiendo tus argumentos y empatizando (nuevamente) con él. Explícale la diferencia entre el contenido indispensable u obligatorio y el contenido adicional. Ayúdale a generar preguntas que puedas utilizar en actividades interactivas.
- Muéstrale las posibilidades del e-Learning: esto es especialmente importante si trabajas con herramientas de autor como Articulate, Storyline, iSpring o Captivate. Muéstrale ejemplos de lo que se puede hacer, de cómo lucirán sus contenidos en un producto final. Prepárale un breve manual con los tipos de interacción que puede crear y con las posibilidades audiovisuales que ofrezca la herramienta. Eso le ayudará a visualizar el resultado y a mantenerse motivado en esta tarea.
Espero haberte dado algunas ideas, me encantaría en un tiempo más retomar esta entrada añadiendo nuevas prácticas, si quieres contribuir con ellas, deja tu comentario y hablemos de ello, de seguro nos será útil a todos quienes desarrollamos e-Learning.
Hola Alejandra!
Actualmente me desempeño como asesor pedagógico en una institución de educación de mi país y me encantaría que me dieras algunos ejemplos de recursos educativos (OVAS) que a tu juicio son muy buenos por su linea grafica, interactividad etc…
Muchas gracias
Hola Sergio,
Los recursos de aprendizaje multimedia no necesitan ser muy sofisticados gráficamente para ser efectivos. Si al menos siguen los principios de aprendizaje multimedia, usan una paleta de colores sencilla y coherente, y aplican principios mínimos de diseño gráfico, ya tienes ejemplos de calidad. Ejemplos de primer nivel los encuentras en cualquiera de los videos Ted-Ed.
Saludos.
Excelente articulo Alejandra, en mi pais no existe una formacion en DI. he venido trabajando en instituciones educativas pero como asistente de acompañamiento academico, me gustaria saber de alguna institucion virtual que brinde este tipos de curso, alguna recomendacion para iniciarme en este maravilloso mundo?….gracias.
Hola Karol,
Gracias por pasarte a comentar. De hecho sí conozco una institución que comenzará a impartir un diplomado en diseño instruccional online en los próximos meses y la conozco bien porque soy la diseñadora del curso y docente principal 🙂
Estaré informando a través de la newsletter, por si te interesa saber más. Yo estoy muy ilusionada con la idea de contribuir a la formación de actuales y futuros DI en habla hispana, necesitamos muchos y bien formados!
un abrazo.
Saludos. Muy cierto todo lo que expones, pero, y a modo de broma, yo hubiera añadido una 4 característica del experto en contenido… algunos son
engreídos, altaneros, muy convencidos de su valor, ¡ah!, nunca tiene tiempo. He tenido que lidiar con todo tipo de casos, la mayoría posee las tres características que has descrito, pero hay sus excepciones de personalidad. Me ayuda mucho, en la primera reunión, exponer ejemplos de cómo lucirán sus contenidos. También, le presento ejemplos y descripciones de variados tipos de interacción. Gracias, muy organizando y lleno de buena información este blog, te sigo leyendo. Ana
Es verdad que, en ocasiones, los egos juegan malas pasadas y en otras, los expertos no tienen incentivos para dedicar tiempo a desarrollar contenido y nos toca aguantar el chaparrón 😉
Gracias por compartir tu estrategia con ellos, visualizar el resultado final siempre ayuda.
Un abrazo
Excelente Post.. Gracias por la información 🙂
Gracias a ti, Nayari.
Alejandra me sentí muy identificada con este articulo, primero porque como diseñadora instruccional he trabajado con cientos de expertos en contenidos, y tal como lo dices, yo nunca he tenido la oportunidad de escoger al experto con el que voy a trabajar, también es muy cierto que si la empresa lo ha elegido es porque su conocimiento es fundamental para la construcción del curso, pero ocurre que muchas veces este experto no tiene la perspectiva virtual y le cuesta llevar su idea a un lenguaje que vaya más allá de la clase magistral, es por ello que es fundamental colocarse siempre en la posición del estudiante que se encuentra al otro lado de la pantalla para que la estructuración de esos conocimientos sea de fácil acceso y se pueda entender de la mejor manera posible, y esa es precisamente nuestra misión, colocarnos en el medio entre el experto y el estudiante para que se balancee lo que recibimos como información y lo que el estudiante recibirá como conocimiento.
100% de acuerdo Eliana. Gracias por pasarte a comentar 🙂
Un abrazo.
Muchas gracias Alejandra! Muy útiles tus recomendaciones para el trabajo con los SME.
Saludos desde Perú
Janet
Gracias a ti Janet 🙂
Hola Alejandra Avila
Cordial Saludo.
Excelente escrito, lo que describes es la realidad con los expertos de contenidos,
Siempre se les olvida que ellos también fueron aprendices.
Interesante aportación Alejandra!
Hola Olga! Muchas gracias y un abrazo fuerte!
Alejandra, buen día. Interesante artículo, yo apenas la semana pasada me topé con tu blog a través de LinkedIn.
En mi caso, no me considero (aún) un diseñador instruccional, pero pareciera que la línea de trabajo me está llevando por esos rumbos y me estoy comenzando a empapar de él. Tengo ya encima la creación de un par de cursos, y en efecto, se han seleccionado un par de expertos en contenido (con otro nombre/concepto). La diferencia es que no es un ambiente netamente empresarial, sino una Fundación enfocada a la educación de la juventud, y en este caso particular, los cursos irán orientados a docentes que trabajan con estos jóvenes de zonas de alto riesgo. Son personas que tienen experiencia lidiando con situaciones complicadas de la juventud, pero deben transmitir su conocimiento a otros docentes para que se animen a hacerlo. La parte de ordenar las ideas es la más compleja, porque no es una ciencia exacta el tratar con jóvenes. Y qué decir de las herramientas: muchos ni las conocen, así que debo ir por las que sean visualmente más atractivas (y de preferencia gratuitas) y que no requieran muchos recursos de conectividad.
Estos tips me serán de ayuda, aunque debo «tropicalizarlos» para el entorno descrito. Te mantendré informada si te interese sobre los avances.
De nuevo, gracias por compartir tus experiencias, mira que sí llegan lejos, jejejeje…
Saludos desde El Salvador
Hola Juan Carlos,
Me parece más que interesante el tema que tienes entre manos, y, desde varias aristas, un desafío importante. Tienes razón en que la parte de ordenar las ideas es compleja, dedícale todo el tiempo que puedas y valídala con tus expertos para que ellos analicen el hilo conductor de la estructura que planteas.
Comentas que tendrías que utilizar herramientas que no demanden muchos recursos de conectividad, me imagino que será porque los usuarios no tengan acceso a una buena red de Internet, ¿no es así? En ese caso, probablemente, tengas que dedicar tiempo no a crear cursos demasiado interactivos, sino documentos que puedan descargar y leer tranquilamente. No es la mejor situación, pero es la que hay y no queda más que adaptarse a ella. Si tuvieras certeza de que los alumnos podrán acceder sin problemas a la red, te sugeriría que trabajaras mucho el tema de comunidad, con sesiones síncronas entre expertos y alumnos, porque el tema que tratas se presta muy bien para que los expertos cuenten su experiencia directamente, con ejemplos reales de sus intervenciones y, especialmente importante porque es lo que esperan los alumnos, la forma en que afrontaron y resolvieron los casos.
Me gustaría que me contaras cómo avanzas, escríbeme en la zona de contacto y vamos hablando, ¿de acuerdo?
Un abrazo,
Alejandra
Hola Alejandra :
Excelente artículo
Gracias Marypaz!
Alejandra, este post me cayó perfecto. Justo hoy me preguntaba cómo abordar el tema con un nuevo cliente que debo atender el miércoles. La reunión además de tener el propósito de presentarme sus necesidades, está prevista para conocer al experto de contenido y apoyarle a empezar a comprender este mundo.
Tus ideas sin duda serán la base para estructurar mi discurso. ¡Mil gracias por compartirlo!
Pues me dejas más que contenta MaFer, me encanta que te sea de utilidad! Ya que es tu primera reunión, escucha, escucha y escucha 🙂
Mucha suerte!!
Hola Alejandra genial que hayas vuelto a tu Blog para tus aportes que me parecen muy oportunos sobre aprendizajes y TIC, espero compartir pronto mi experiencia sobre estos temas ya que estoy realizando una tesis doctoral sobre esto, un abrazo Héctor. Ecuador.
Qué bien Héctor, mucho éxito con tu tesis! Ve contándonos cómo avanzas con ella o si hay algo en lo que pueda ayudarte, y cuando tengas las conclusiones, hablémoslo 🙂
Un abrazo!
Alejandra:
Qué bueno tenerte de vuelta….espero que estés muy bien a pesar del clima. Te envío un cálido abrazo desde el Perú.
Me alegra mucho también leer tu último artículo, comparto tus puntos de vista y apoyo fehacientemente que la clave de trabajar con un experto en contenidos es ponerse en el lugar del alumno. A ello agregaría que en la metodología ayuda mucho plantear ejemplos prácticos, simulaciones de los contenidos en situaciones sencillas, acompañadas de preguntas y respuestas simples.
El trabajo con el experto en contenidos lleva a un diálogo que se complejiza con el tiempo pero que a la vez logra hacer mucho más sencillo el texto que se va construyendo. Es muy importante lograr empatía con el experto, que sienta que lo entiendes… ayuda cuando uno a veces le plantea los ejemplos y los valida con este profesional.
Bueno, hay más…pero sigamos conversando…
Un abrazo
Laura
Hola Laura!
Me encanta lo de plantearles ejemplos prácticos y preguntas y respuestas simples, a veces nosotros mismos pensamos que hay contenidos que son intrínsecamente complejos, pero creo que siempre hay una forma de transformarlos en conceptos breves y sencillos… aunque eso implique para nosotros (y para el experto) mucho esfuerzo 🙂
Me lo apunto para la actualización del post, mil gracias y un fuerte abrazo!