14 consejos para aprender mejor

Antes de ir a la lista de los 14 consejos para aprender mejor, te quiero contar cuál es el contexto de esta entrada.

Uno de los libros que mayor influencia ha tenido en mi vida profesional y que por cierto recomiendo totalmente es Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva. Entre todas las ideas que el sugiere el autor, hay dos que valoro y tengo presente de manera constante. La primera es que nada que merezca la pena ser aprendido (como un hábito o una materia) es fácil o rápido de conseguir: para lograr, por ejemplo, ser experto en un tema, hace falta mucha práctica, esfuerzo, autoevaluaciones, feedback de los demas, desaprender los errores, ser constante, entre muchas otras cosas. Y la segunda idea o hábito es el que aparece al final del libro, de hecho se trata del séptimo hábito y que él llama afilar la sierra y viene de una historia que él cuenta mucho mejor que yo, of course, así que no la voy a repetir aquí, pero que básicamente consiste en que uno debe desarrollar el hábito, la capacidad personal, de mejorar, de renovarse, de ciudar de sí mismo.

Para mí, parte de este autocuidado consiste en mantenerme constantemente aprendiendo, sea formal o informalmente, pero siempre consciente de este objetivo.

Dentro de estas acciones de autocuidado, acabo de terminar un MOOC que comencé hace un par de meses. La verdad es que no tenía la intención de hacer el MOOC como alumna, mi verdadero propósito era observarlo como diseñadora instruccional ya que descubrí que es uno de los MOOC con mejor valoración de los alumnos y uno de los más populares de Coursera (más de un millón de alumnos) y tenía curiosidad por saber cómo estaba diseñado y así aprender algunas estrategias que pudiera aplicar en mi trabajo. Pero el contenido me gustó tanto que terminé no solo haciéndolo como alumna sino certificándome.

El MOOC se llama Learning How To Learn y te lo recomiendo tanto desde el punto de vista de alumno como desde la perspectiva de un profesional de la educación. Está traducido al español así que no hay excusas para no hacerlo.

¿Por qué lo recomiendo? Porque una de las habilidades que mayor impacto puede tener en tu vida, es la capacidad para aprender mejor. El curso no lo explicita de esta manera, pero aprender a aprender es una de esas competencias que como educador tienes la obligación de desarrollar y de difundir.

Dentro de las actividades de evaluación entre pares o peer review assessments, teníamos que crear un recurso que cumpliera dos objetivos: demostrara nuestra comprensión de los contenidos y fuera útil para enseñar a otras personas. Me decidí a diseñar una infografía que me sirviera como ayuda visual cuando quisiera explicar algunos de los conceptos más importantes que aprendí en el MOOC. De aquí nacieron los 14 consejos para aprender mejor. Te los cuento brevemente a continuación y podrás ver más abajo la infografía. Si quieres descargarla (y en español), suscríbete a la newsletter 🙂

He agrupado estos consejos en tres categorías:

¿Cómo evitar la procrastinación?

La procrastinación o postergación de los deberes es esa imposibilidad que todos sufrimos más veces de las que quisiéramos de ponernos en movimiento con las cosas que tenemos o queremos hacer. En vez de hacer lo que debemos, nos ponemos a mirar el móvil, cotillar en Facebook, a buscar alguna información que no tiene ninguna urgencia pero que cumple con la tarea de alejarnos del malestar que nos produce hacer lo que debemos hacer. ¿Qué podemos hacer para evitar la procrastinación?

1. Enfócate en el proceso, no en el resultado

Saber que tienes que terminar algo, un entregable, una tarea, hacer una llamada, terminar una lectura o lo que sea, es estresante y genera en el cerebro sensaciones parecidas al dolor. Si en vez de pensar en el resultado te enfocas en el proceso, la ansiedad baja inmediatamente. Lo interesante de este primer consejo es que no solo te permite disminuir la ansiedad, sino que es condición para que tu trabajo tenga un mejor resultado, ya que eres más consciente de las tareas y de los detalles si te enfocas en el proceso.

2. Usa un cronómetro y concéntrate por 25 minutos

La técnica Pomodoro consiste en que durante 25 minutos pongas toda tu energía y capacidad de concentración en la tarea que debes realizar. Y que cuando suene la alarma tras esos 25 minutos, te detengas.

3. Aleja todo distractor mientras estás concentrado

Quita el sonido al móvil, cierra las ventanas del navegador, desactiva las notificaciones, haz todo lo que necesites para que nada te interrumpa en esos 25 minutos en los que estás completamente enfocado en la tarea.

4. Si cumples con esos 25 minutos, prémiate

Esta parte es tan importante como las anteriores: tras los 25 minutos, para y prémiate con algún refuerzo que te motive: mirar Facebook, responder el Whatsapp, leer el periódico, tomarte un cafecito, etc. Lo importante es que te desconectes de lo que estabas haciendo por 5 o 10 minutos y luego, si necesitas seguir adelante, comienza otro Pomodoro.

Este ciclo de focalización – descanso hace que actives dos modos de pensamiento que harán tu trabajo mucho más productivo y creativo.

Entrena tu cerebro

El cerebro genera conexiones neuronales cada vez que nos enfrentamos a un un nuevo contenido o nueva experiencia. Para que esas conexiones pasen a nuestra memoria de largo plazo, tenemos que fortalecerlas y tratar al cerebro de la misma forma que tratamos un músculo. ¿Cuál es la idea central? Si vas a correr una maratón, no te entrenas 16 horas el día anterior, sino que estás meses entrenando a diario para preparar a tu cuerpo adecuadamente. ¿Qué pasa cuando un día te da la locura y te pasas 2 horas haciendo pesas? Pues que estás una semana sufriendo agujetas, porque tus músculos, luego de un gran esfuerzo, necesitan descanso para volver a rendir al máximo.

Para ejercitar el cerebro puedes implementar los siguientes consejos:

5. Escribe tu lista de tareas antes de ir a dormir

Cuando dormimos, el cerebro sigue a pleno funcionamiento. Pero en este turno de noche, son otros los mecanismos que se activan. Está comprobado que cuando te acuestas pensando en un tema determinado o un problema, el cerebro sigue trabajando en ello de manera difusa y que establece nuevas conexiones neuronales que se traducen en nuevas perspectivas, nuevas ideas para abordar los problemas. Hacer una lista de las tareas que debes hacer al día siguiente ayuda a que programes tus neuronas para lo que viene.

6. Duerme como un angelito

Si esta lista estuviera ordenada por prioridad, este consejo estaría en segundo lugar (tranqui, sigue leyendo para que veas cuál sería el primero). Da lo mismo lo bien que te prepares, por ejemplo, para un examen, que te sepas lo más complicado, que hayas practicado concienzúdamente durante meses. Si la noche anterior no duermes bien, tu rendimiento será pobre. No hay más vuelta que darle.

7. Cuando despiertes, vuelve a revisar tu lista de tareas

Tu cerebro ha estado trabajando en esa lista mientras dormías y ha re-elaborado la situación. Revisa tu lista y descubre soluciones que antes no habías visto y que ahora te parecen de lo más obvias. Obvio.

8. Tu primera tarea del día debe ser la de mayor complejidad

Esto es muy difícil porque solemos pensar que mejor hacemos lo que nos resulte fácil para luego concentrar toda la energía en lo difícil. Error. Apenas despertamos estamos con mayor claridad, menos toxinas, más energía. Es el mejor momento para abordar los temas complejos.

9. ¡Ejercítate!

El ejercicio ha demostrado tener más impacto en el rendimiento cognitivo que cualquier droga estimulante. Y sí, este es el consejo que encabezaría la lista si estuviera ordenada por prioridades.

Consejos para aprender temas complejos

En el curso se habla especialmente de cómo aprender ciencias o matemáticas, que son materias por naturaleza complejas al tratarse de contenidos abstractos. Pero no solo sirven para las ciencias duras, sino para cualquier cosa que quieras aprender.

10. Un poco todos los días

Recuerda que tu cerebro funciona como un músculo y la mejor forma de entrenarlo es ejercitándolo un poco cada día. Lo peor que puedes hacer para aprender, es estudiar en modo maratón unos días antes del examen. Puede que pases el examen (ya que muchos exámenes están mal construidos), pero nada, absolutamente nada quedará en tu memoria de largo plazo.

11. Usa tus propias palabras, no releas

Esta es una de las mejores formas de aprender: una vez que termines una página o un capítulo, aparta la vista y trata de contar con tus propias palabras qué es lo que acabas de aprender. Por el contrario, releer y releer es una de las técnicas de estudio más utilizadas y menos eficientes ever.

12. Autoevalúate

Otra de las grandes técnicas de aprendizaje. Está demostrado que es mucho más efectivo invertir una hora autoevaluándote, por ejemplo, utilizando fichas de lectura donde por un lado esté la pregunta y por el otro la respuesta, que estudiando casi de cualquier otra manera.

13. Enseña a otros

Esto ya lo sé por experiencia, no hay mejor forma de aprender que cuando le enseñas a otros. Y además es muy divertido:)

Para finalizar, un consejo que no está respaldado por ninguna investigación, pero que seguro es el más importante de todos:

14. La suerte favorece a quienes lo intentan

No creo que este consejo requiera de mayores explicaciones. No dejes de intentarlo.

Este es solo un check list de algunos de los conceptos que están ampliamente explicados y trabajados en el MOOC. Anda, no te quedes con lo que te cuento, compruébalo por ti mismo. Ah, y es gratis.

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¿Aplicas alguna de estas técnicas de aprendizaje en tu día a día? ¿hay alguna que te resulte opuesta al sentido común? Te espero en los comentarios 🙂